Controlando el carácter
El
estudiante X, cursa actualmente el cuarto grado de primaria, es un alumno promedio con un desempeño normal, pero con cierta
inclinación a la materia de matemáticas. Su fisionomía es de complexión
delgada, estatura acorde a su peso y es moreno. Es muy impulsivo y eso le
impide tener amistades, se siente atraído por una compañera del salón pero ella
le tiene miedo porque con algo que no le parezca empieza a lanzar objetos a
quien sea, además, insulta, grita y golpea. Lamentablemente por esta cuestión
es un niño que en su mayoría de tiempo está solo.
La escuela
primaria está ubicada en la localidad de El Orranteño, alrededor del pueblo se
encuentran tierras de siembra y nogaleras, también está delimitada por el rio
conchos y la presa Rocetilla. La población que habita la comunidad es en su
mayoría gente que trabaja en el campo, maquilas o los establos.
Por
tal razón el caso del alumno X es muy conocido en la comunidad, incluso algunos
padres de familia prohíben que sus hijos se junten con él, debido a que tienen
miedo de que los lastime.
El
alumno poco a poco está aprendiendo a controlar sus rabietas y es que desde
hace algunos meses es tratado psicológicamente por un especialista, además, el
trabajo en colectivo de los docentes ha funcionado para que el alumno se sienta
integrado. El empieza a conocer que tiene la capacidad de controlar su coraje.
Una
actividad que propicio el control del coraje, fue cuando se le contó una fábula
donde un burro clavaba un clavo en un madero cada vez que se enojaba y los
desclavaba cada vez que controlaba su coraje. El alumno X llego a la conclusión
que podía evitar hacer un daño a las personas si lograba controlar su ira,
además que los daños que ya había hecho ya no podían curarse.
El
alumno por si solo empezó a bajar los niveles de furia que manejaba, se dio
cuenta que tenía la capacidad de hacer amigos y respetarlos, además, obtuvo la confianza
de sus papás al demostrarles que podía cambiar carácter.
Desde
hace algunos meses, los problemas han bajado considerablemente, es un alumno
que maneja su autoconcepto y sabe que lo hace explotar y por tanto evita esas
situaciones. Aún sigue en tratamiento psicológico y en la escuela sigue teniendo
el mismo apoyo. Ahora se siente integrado y sabe que un error que tenga todo se
puede derrumbar.
Nadie
lo integraba en los equipos, ahora lo buscan para que les ayude en matemáticas,
además, mejoró notablemente sus calificaciones y su relación con los alumnos.
Con
este ejemplo podemos rescatar la importancia del autoconcepto, nuestro alumno
sabe que es lo que lo enfurece por tal motivo lo evita, además sabe para lo que
es bueno y explota su potencial en el salón de clases para ser aceptado.
Autor: José Luis
Morales Chávez
Cuarto semestre,
Maestría en Educación para el Desarrollo Profesional Docente
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